16 También me di cuenta de algo más que sucede bajo el sol: en los tribunales reina la maldad y la injusticia, siendo que allí debiera reinar la honestidad y la justicia.
17 Así que pensé: «Dios ha planeado un momento para juzgar todo lo que hace la gente. Él juzgará a buenos y malos».
18 Pensé también en lo que la gente hace, y me dije: «Dios está poniendo a prueba a la gente para que ellos mismos comprueben que son como animales».
19 El ser humano no es mejor que el animal porque ambos terminan en lo mismo, mueren por igual y respiran el mismo aire. Todo eso no tiene sentido.
20 Todos van a un mismo lugar, vienen del polvo y al polvo volverán.
21 ¿Quién sabe lo que pasa con el espíritu de un animal? ¿Quién sabe si el espíritu de un hombre sube a las alturas y el de un animal baja a la tierra?
22 Así que me di cuenta de que lo mejor que uno puede hacer es disfrutar de su trabajo. Eso es todo lo que tiene. La gente no debiera preocuparse del futuro porque nadie puede decirle a uno lo que va a suceder.