1 Así que el rey y Amán fueron a comer con la reina Ester.
2 Mientras bebían vino en el segundo día, el rey le preguntó nuevamente a la reina Ester: —¿Qué es lo que quieres pedir? Cualquier cosa que pidas te será concedida. Incluso, si lo pides, te daré hasta la mitad de mi reino.
3 La reina Ester respondió: —Si Su Majestad quiere agradarme y si le parece bien, le pido respetar mi vida y también la de mi pueblo. Esa es mi petición.
4 Porque mi pueblo y yo hemos sido vendidos para ser arruinados, asesinados y aniquilados. Si solo hubiéramos sido vendidos como esclavos, me habría quedado callada porque ese no sería un problema suficientemente importante como para molestar al rey.