16 Al mismo tiempo, los judíos que vivían en las otras provincias también se reunieron para luchar por sus vidas. Se libraron de sus enemigos y mataron a setenta y cinco mil de ellos, pero no les quitaron nada de lo que les pertenecía.
17 Esto sucedió en las provincias el día trece del mes de adar y en el día catorce descansaron. Los judíos de las provincias convirtieron esa fecha en un día de fiesta y celebración.
18 Pero los judíos en Susa se habían reunido los días trece y catorce del mes de adar. Fue el día quince en el que descansaron, celebraron y festejaron.
19 Por eso, para los judíos que viven en el campo y en poblaciones pequeñas, el día catorce del mes de adar es un día de fiesta en el que celebran y se dan regalos.
20 Mardoqueo escribió todo lo que había sucedido y luego envió cartas a todos los judíos en todas las provincias del rey Jerjes.
21 Mardoqueo envió esas cartas para asegurar que todos los años los judíos celebraran los días catorce y quince del mes de adar.
22 Esos días debían ser de fiesta porque correspondían a las fechas en que los judíos se libraron de sus enemigos y al mes en que su tristeza y su llanto se convirtieron en alegría y celebración. Eran días de festividad y regocijo para intercambiar regalos y ayudar a los pobres.