23 Los judíos aceptaron hacer lo que Mardoqueo les había pedido y continuar con la celebración que habían comenzado.
24 Amán hijo de Hamedata, el descendiente de Agag, enemigo de todos los judíos, había ideado un malvado plan para destruirlos. Él echó el pur para decidir el día en que arruinaría y destruiría a los judíos.
25 Pero Ester le contó ese terrible plan al rey y él dio nuevas órdenes que hicieron que todo el mal que Amán quiso causar a los judíos se devolviera hacia él mismo. Así que Amán y sus hijos fueron clavados en estacas.
26 En razón de que Amán tiró el pur, estos días de fiesta son llamados días de Purim. Así que debido a que Mardoqueo escribió una carta y les dijo a los judíos que celebraran este día de fiesta y debido a lo que ellos habían visto y les había tocado vivir,
27 los judíos y todos los que se les unen, celebran estos dos días todos los años en el momento justo y de la manera establecida.
28 Todas las generaciones y todas las familias recuerdan estos dos días y los celebran en todas y cada una de las provincias y pueblos. Los descendientes de esos judíos siempre recordarán celebrar los días del Purim.
29 La reina Ester, hija de Abijaíl, junto con Mardoqueo el judío escribieron una carta oficial acerca del Purim, para confirmar la primera.