10 Hagamos un plan para evitar que sigan multiplicándose. Si no lo hacemos, en caso de que haya una guerra pueden unirse al enemigo, luchar contra nosotros, derrotarnos y escaparse de aquí».
11 Por esta razón, los egipcios los esclavizaron y les pusieron capataces que los sometieron a trabajos forzados. Ellos los obligaron a construir las ciudades de Pitón y Ramsés como centros de almacenamiento del faraón.
12 Pero, mientras más los maltrataban, ellos más se multiplicaban. Entonces a los egipcios les comenzó a dar miedo del pueblo de Israel,
13 por lo cual obligaron a los israelitas a que fueran sus esclavos y a que trabajaran muy duro.
14 Les amargaron la vida forzándolos a hacer adobes, ladrillos y todo tipo de trabajos en el campo. Los obligaban a trabajar arduamente en todo lo que les exigían.
15 Había dos parteras hebreas, llamadas Sifrá y Fuvá, que atendían a las mujeres hebreas. El rey de Egipto les dijo:
16 —Cuando estén ayudando a las hebreas a dar a luz, fíjense en el sexo del bebé. Si es niño, mátenlo pero si es niña, déjenla vivir.