7 pero ni siquiera un perro le ladrará al pueblo de Israel. A los israelitas y a sus animales no les va a pasar nada. De esa manera se van a dar cuenta de que el SEÑOR trata diferente a los egipcios que a los israelitas.
8 Luego todos sus servidores van a venir a arrodillarse ante mí y me dirán: ‘Váyanse ustedes y llévense a todo su pueblo’. No me iré antes de que eso suceda”. Después Moisés se retiró muy enojado de la presencia del faraón.
9 El SEÑOR le dijo a Moisés: —El faraón no le prestó atención a lo que le dijiste, para que así yo pudiera mostrar mi gran poder frente a Egipto.
10 Esa es la razón por la cual Moisés y Aarón hicieron todos esos milagros frente al faraón y por la cual el SEÑOR hizo que el faraón fuera tan terco de no dejar ir de su tierra a los israelitas.