31 Moisés, Aarón y sus hijos se lavaron las manos y los pies ahí.
32 Se lavaban siempre que entraban a la carpa del encuentro o se acercaban al altar, tal como el SEÑOR se lo había ordenado a Moisés.
33 Después Moisés instaló el patio alrededor de la Carpa Sagrada y del altar, colgó la cortina de la entrada y terminó su labor.
34 La nube cubrió la carpa del encuentro y la gloria del SEÑOR llenó la Carpa Sagrada.
35 Moisés no podía entrar en la carpa del encuentro porque la nube se había colocado sobre ella y la gloria del SEÑOR había llenado la Carpa Sagrada.
36 Siempre que la nube se levantaba de la Carpa Sagrada, los israelitas se ponían en marcha.
37 Si la nube no se levantaba, los israelitas esperaban hasta que se levantara para poder continuar.