14 Los capataces egipcios habían nombrado jefes de cuadrilla hebreos y los habían hecho responsables del trabajo de los israelitas. Los capataces golpearon a los jefes de cuadrilla y les dijeron: —¿Por qué no hicieron la misma cantidad de ladrillos que han hecho siempre?
15 Entonces los jefes de cuadrilla israelitas fueron al faraón y se quejaron. Ellos dijeron: —Nosotros somos tus siervos. ¿Por qué nos están tratando tan mal?
16 Nos exigen hacer la misma cantidad de ladrillos que antes, sin importarles que ahora no nos dan la paja. Tus siervos hemos sido golpeados y tu pueblo está haciendo las cosas mal.
17 El faraón respondió: —Ustedes son unos perezosos. Por eso me dijeron: “Déjanos ir a ofrecerle sacrificios al SEÑOR”.
18 ¡Ahora, regresen a su trabajo! No les daremos la paja y sin embargo tienen que seguir haciendo la misma cantidad de ladrillos.
19 Los jefes de cuadrilla de los israelitas se dieron cuenta de que estaban en problemas cuando les dijeron: «No deben reducir la cantidad de ladrillos».
20 Ellos se encontraron con Moisés y Aarón, quienes los estaban esperando para hablarles cuando salieran de hablar con el faraón.