1 El Espíritu me levantó y me llevó a la entrada oriental del templo del SEÑOR. Allí se encontraban veinticinco hombres. Entre ellos reconocí a Jazanías hijo de Azur y a Pelatías hijo de Benaías, que eran jefes del pueblo.
2 Dios me dijo: «Hijo de hombre, estos son los que traman la maldad y dan mal consejo en la ciudad.
3 Son los que dicen: “Todavía no es el momento de reconstruir las casas. La ciudad es la olla y nosotros somos la carne”.
4 Por eso, hijo de hombre, profetiza contra ellos. ¡Profetiza, hijo de hombre!»
5 El Espíritu del SEÑOR vino sobre mí y me ordenó que anunciara: «Así dice el SEÑOR: Ustedes han hablado correctamente, casa de Israel. Yo sé las grandes cosas que están planeando.
6 Han aumentado sus atrocidades en esta ciudad y han llenado de cadáveres las calles.