9 »Los echaré de la ciudad, los pondré en manos de extranjeros y los castigaré con justicia.
10 Morirán a filo de espada. Los juzgaré en todo Israel y así aprenderán que yo soy el SEÑOR.
11 Jerusalén no será la olla que los proteja, pero ustedes sí serán la carne dentro de ella. Los juzgaré en todo Israel.
12 Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR, cuyas leyes no obedecieron y cuyos reglamentos no mantuvieron, sino que siguieron las costumbres de las naciones extranjeras».
13 Mientras yo profetizaba, Pelatías hijo de Benaías cayó muerto. Entonces caí rostro en tierra y exclamé: «¡Ay, Señor DIOS! ¿Vas a destruir por completo al resto de Israel?»
14 Entonces el SEÑOR me dijo:
15 «Hijo de hombre, los habitantes de Jerusalén hablan mal de tus hermanos, tus parientes y de todo el pueblo de Israel. Ellos dicen: “Ellos se han alejado del SEÑOR y por eso nosotros hemos heredado la tierra”».