5 Lo haré para recalcarles que todos sus repugnantes ídolos los han abandonado”.
6 »Por lo tanto, dile al pueblo de Israel que el Señor DIOS dice: “Apártate de todos tus repugnantes ídolos, deja de hacer cosas horribles”.
7 Porque si algún israelita o algún extranjero que viva en Israel se aparta de mí para ir a adorar ídolos repugnantes o pone piedras de tropiezo delante suyo y luego viene a pedir ayuda a uno de los profetas, entonces yo, el SEÑOR, le responderé con el juramento:
8 de enfrentarme a él y de que sirva de escarmiento a los demás, quienes hablarán de él. Ya no será parte de mi pueblo. ¡Así aprenderán que yo soy el SEÑOR!
9 »Y si algún profeta es tan insensato como para darle un mensaje profético a alguien así, entonces yo, el SEÑOR, me encargaré de mostrarle al profeta su insensatez. Levantaré mi mano contra él, lo destruiré y lo echaré de mi pueblo.
10 O sea que el profeta será tan culpable como el idólatra que buscaba ayuda.
11 Para que no puedan llevar al pueblo de Israel a cometer más errores y se aparten de mí, y para que los profetas no sean profanados por la culpa de todo el pueblo. Entonces ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Es la decisión del Señor DIOS».