6 La semilla germinó y se convirtió en una vid de primera. Tenía poca altura antes de que sus ramas empezaran a crecer pero tenía buenas raíces. Se convirtió en una vid con sarmientos y llegó a dar fruto.
7 Pero había otra águila enorme con alas grandes y abundante plumaje. La vid volvió sus raíces y sus ramas hacia ella para recibir más agua,
8 a pesar de que la vid estaba plantada en tierra fértil y tenía agua en abundancia para producir muchas ramas y fruto, y convertirse en una hermosa vid.
9 »Dile de parte mía: El Señor DIOS dice: ¿Sobrevivirá? ¿No cortará sus raíces y su fruto? ¿No se marchitará y morirán sus retoños? Claro que sí. No hará falta mucho esfuerzo para arrancarla de raíz.
10 ¿Sobrevivirá si es trasplantada? No, el viento caliente del oriente soplará sobre ella y se secará. Morirá en el lugar donde debía retoñar».
11 Entonces el SEÑOR me dijo:
12 «Pregúntale a este pueblo rebelde si tiene idea de lo que significa todo esto. Mira que el rey de Babilonia vino a Jerusalén y tomó a sus reyes y príncipes y se los llevó a Babilonia.