22 Ninguna de sus maldades será utilizada contra él debido a las buenas obras que hizo y se le permitirá vivir.
23 El Señor DIOS dice: “¿Crees acaso que en realidad quiero que el malo muera? Está claro que si se arrepiente de su maldad, se le permitirá vivir”.
24 »¿Debe acaso permitirse que viva el bueno cuando se arrepiente de su bondad y empieza a hacer el mismo mal que hace el malo? Ninguna de sus buenas obras se tomará en cuenta para dar el fallo. Deberá morir por las acciones rebeldes y el pecado que cometió.
25 Tal vez digas: “¡No es justo que mi Señor haga eso!” Escucha, pueblo de Israel, dices que mi conducta no es la justa, pero la verdad es que la conducta de ustedes es la que no es justa.
26 Cuando alguien bueno deja de hacer el bien para hacer el mal, entonces morirá. Será condenado a muerte por su maldad.
27 En cambio, si el malo deja de hacer el mal para hacer el bien y lo que es justo, entonces salva su propia vida.
28 Así que si comprende que debe arrepentirse de sus maldades, con toda seguridad que no será condenado a muerte.