10 He afilado una espada para matar. La pulí para que brille como un rayo. Hijo mío, despreciaste la vara que usé para castigarte. No quisiste recibir tus golpes con los golpes de una rama.
11 Se ha pulido para que la mano lo sostenga con firmeza. Se ha afilado para la mano del asesino.
12 Hijo de hombre, llora y grita porque la espada está entre mi pueblo y entre los líderes de Israel. Los que serán heridos por la espada están entre mi pueblo. Así que muestra tu angustia.
13 Pues este es un desafío; tú no quisiste recibir el castigo con una vara de madera. Entonces, ¿con qué vengo a castigarte ahora? ¿Con la espada? El Señor DIOS lo afirma.
14 »En cuanto a ti, hijo de hombre, profetiza y aplaude. Desenfunda la espada dos veces, tres veces vuelve a desenfundar. ¡Cuántos cuerpos! La espada de esta masacre traspasa cuerpo tras cuerpo.
15 Quiere quitar el coraje y aumentar el número de los caídos. He causado una matanza con la espada cerca de la entrada de cada una de las ciudades. ¡La espada brilló como un relámpago, desenfundada para la matanza!
16 Espada, mantente afilada, hiere a la derecha, penetra a fondo. Hiere a la izquierda, hiere dondequiera que se te dirija.