1 Entonces el SEÑOR me dijo:
2 «Tú, hijo de hombre, ¿juzgarás a esta ciudad sanguinaria y les dirás todas las cosas horribles que hizo?
3 Diles que el Señor DIOS dice: Jerusalén es una ciudad que derrama sangre, ciudad en busca de castigo. Hizo ídolos repugnantes para deshonrarse a sí misma.
4 Recibirás el castigo por la sangre que derramaste y serás deshonrada por los repugnantes ídolos que hiciste. ¡Te ha llegado la hora! ¡Has llegado al final de tus días! Así que te haré el hazmerreír de las naciones y se burlarán de ti en todos los países.
5 Se reirán de ti todas las naciones, de ti cuyo nombre ha sido deshonrado por tantas provocaciones.