22 Como la plata se derrite en el horno, así ustedes serán derretidos en Jerusalén. Entonces sabrán que yo, el SEÑOR, derramé mi ira ardiente sobre ustedes».
23 Entonces el SEÑOR me dijo:
24 «Hijo de hombre, dile a Israel: “Tú eres una tierra impura que no ha sido lavada con la lluvia en el día de la ira”.
25 El grupo de profetas en Israel son como leones rugientes que devoran a su presa hasta consumir su alma. Se apoderan de la riqueza y cosas valiosas y hacen aumentar el número de viudas.
26 Sus sacerdotes han violado mis enseñanzas. Han profanado lo sagrado, no han hecho distinción entre lo sagrado y lo profano. No le enseñan a nadie sobre lo que es puro y lo impuro, se rehúsan a observar mis días de descanso consagrados, y por lo tanto yo he sido profanado entre ellos.
27 Los líderes de Israel son como lobos que devoran a su presa, derramando sangre, destruyendo vidas para conseguir ganancia ilegal.
28 Sus profetas esconden la verdad, enyesando las paredes que se desploman con visiones falsas y predicciones mentirosas. Afirman que el Señor DIOS lo ha dicho cuando en realidad el SEÑOR no les ha dicho nada.