28 El Señor DIOS dice: «Mira, ahora te voy a entregar en manos de los que te apartaste.
29 Te mostrarán su odio. Te quitarán todas tus posesiones hasta dejarte desnuda, revelando tus prostituciones.
30 Te harán todo esto por haberte prostituido con otras naciones con cuyos repugnantes dioses te contaminaste.
31 Como seguiste el ejemplo de tu hermana, tomarás en tus manos la misma copa de veneno».
32 Así dice el Señor DIOS: «Beberás de la copa de veneno de tu hermana. Una copa honda y ancha, llena de burla y escarnio. Te la beberás toda.
33 Es una copa llena de embriaguez y dolor, de destrucción y desolación. ¡Es la copa de tu hermana Samaria!
34 Te la beberás hasta la última gota hasta terminarte su amargo veneno. Luego te desgarrarás los pechos porque yo lo he dicho. Es la decisión del Señor DIOS.