12 Saquearán tu riqueza y se llevarán el botín. Destruirán tus muros y derribarán tus lujosas casas. Luego echarán al agua las piedras, las vigas y los escombros.
13 Entonces silenciaré el sonido de tus canciones y no se oirá más el sonido de tus arpas.
14 Te convertiré en una roca desnuda, un lugar donde los pescadores tienden sus redes a secar. No serás reconstruida. Es la decisión del SEÑOR. Así lo afirma el Señor DIOS».
15 El Señor DIOS le dice a Tiro: «Las poblaciones de la costa temblarán con el sonido de tu destrucción, con los gemidos de los que caen mientras los asesinos matan a tus habitantes dentro de tus muros.
16 Entonces todos los gobernantes del mar descenderán de su trono, se quitarán su capa y ropa elegante y se vestirán de luto. Se sentarán en el suelo y temblarán de miedo por el desastre repentino, sorprendidos de lo que te pasó.
17 Entonces cantarán el siguiente canto fúnebre sobre ti: »¡Cómo desapareciste del mar, ciudad famosa! Eras una potencia del mar. Vivías ahí aterrorizando a todos los que habitaban en la costa.
18 Ahora tiemblan en la costa porque es el día de tu destrucción, y las islas sentirán terror cuando seas destruida.