14 Por eso ya no devorarás a la gente ni tampoco dejarás el país sin hijos porque el Señor DIOS dice:
15 Nunca más permitiré que oigas los insultos de las naciones ni el reproche de las naciones. No se hará caer más a la nación, dice el Señor DIOS».
16 El SEÑOR me habló, diciendo:
17 «Hijo de hombre, cuando el pueblo de Israel vivió en su tierra, la profanaron con su manera de vivir y sus hechos. Para mí la manera en la que vivían era como el período de menstruación de la mujer, el cual la hace impura.
18 Así que descargué todo mi enojo sobre ellos por la sangre que derramaron y por los repugnantes ídolos con los que profanaron.
19 Entonces los juzgué por su manera de vivir y por sus hechos malvados, los esparcí entre las demás naciones y los hice extranjeros en otros países.
20 Pero estando entre las otras naciones, también profanaron mi santo nombre. Esto sucedía cuando la gente les decía: “Ellos son el pueblo del SEÑOR, ¿por qué entonces salieron de su tierra?”