7 »Así que, prepárate para defenderte a ti mismo y a las multitudes que te rodean.
8 Después de mucho tiempo, darás cuentas del mal que has hecho. En el momento indicado, irás a la tierra que la espada recobró, a las montañas de Israel que han estado en ruina continuamente. Irás a la tierra del pueblo que fue reunido de entre muchas naciones, que ha sido sacado de las demás naciones y para ese tiempo estará viviendo seguro en su propia tierra.
9 Entonces los atacarás como una tormenta devastadora. Como una nube, tú y tus multitudes y las muchas naciones que están contigo cubrirán la tierra.
10 »Así dice el Señor DIOS: En ese momento te vendrán a la mente unos pensamientos y se te ocurrirá un plan perverso.
11 Dirás: “Atacaré a un país lleno de pueblos sin protección, lugares tranquilos donde el pueblo vive seguro, sin muros ni cerrojos.
12 Los atacaré y me llevaré el botín. Lo harás para poner tus manos en las ruinas reconstruidas y en un pueblo reunido de entre las naciones, un pueblo que adquirió ganado y otras posesiones y se cree el centro del mundo”.
13 La gente de Sabá y Dedán y los comerciantes de Tarsis y todos sus buitres te preguntarán: “¿Tenías que venir a llevarte el botín? ¿Para eso trajiste a tu ejército? ¿Vienes para llevarte el oro y la plata, el ganado y nuestras pertenencias? ¿Para llevarte el gran botín?”