11 Había un camino enfrente de ellas, igual que las habitaciones laterales a lo largo del camino norte. Las habitaciones eran cuadradas, tenían la misma longitud y anchura, las mismas salidas y el mismo patrón de entradas.
12 Como puerta a las habitaciones del sur, había una entrada en el extremo oriental del camino que era paralela a la pared protectora.
13 Entonces el ángel me dijo: «Las habitaciones alrededor del área restringida, tanto en el norte como en el sur, son habitaciones sagradas donde los sacerdotes que se acercan al SEÑOR comen los sacrificios sagrados. Allí es donde dejan los sacrificios más sagrados, las ofrendas de cereal, los sacrificios por el pecado y los de restitución, porque ese lugar es santo.
14 Así que cuando los sacerdotes entran allí, no deben salir al patio exterior con la vestidura sagrada con la que sirvieron, sino que deben quitársela, ponerse otra ropa y dejar las vestiduras en el área sagrada porque son santas. Entonces pueden salir y acercarse al pueblo».
15 Terminó de medir el interior del templo y me condujo por la entrada este. Luego midió toda esa área.
16 El ángel midió la pared oriental hasta la esquina, la cual midió doscientos cincuenta metros.
17 Midió la pared norte, la cual también midió doscientos cincuenta metros.