19 Lo elegí a él para que enseñe a sus hijos y a su gente a vivir de la manera que el SEÑOR quiere que vivan, haciendo lo que es bueno y justo. Si les enseña a vivir así, entonces yo, el SEÑOR, le daré a Abraham lo que le he prometido».
20 Luego el SEÑOR dijo: —Existen tantas quejas en contra de Sodoma y Gomorra, y sus pecados son tan grandes,
21 que he decidido bajar a ver si en realidad han hecho todas las cosas malas que me han dicho. Y si no las han hecho, yo lo sabré.
22 Finalmente los dos hombres se marcharon de ahí y caminaron hacia Sodoma. Pero Abraham se quedó de pie ante el SEÑOR.
23 Se le acercó y le dijo: —¿En realidad vas a destruir a los justos junto con los perversos?
24 Tal vez haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Aun así la destruirías? ¿No perdonarías a toda la ciudad por esos cincuenta justos que viven en ella?
25 Tú no harías algo así: matar a la gente justa junto con la perversa. Si así fuera, el justo sería tratado de la misma manera que el perverso. Ni se te ocurra. ¿Acaso el Juez del mundo no debe hacer justicia?