25 Tú no harías algo así: matar a la gente justa junto con la perversa. Si así fuera, el justo sería tratado de la misma manera que el perverso. Ni se te ocurra. ¿Acaso el Juez del mundo no debe hacer justicia?
26 Luego el SEÑOR dijo: —Si llego a encontrar cincuenta justos en Sodoma, por ellos perdonaré a toda la ciudad.
27 Entonces Abraham dijo: —Ya que me he atrevido a hablarte así, aunque no soy más que polvo y cenizas,
28 ¿qué pasará si sólo hay cuarenta y cinco justos? ¿Acaso destruirás a toda la ciudad sólo porque faltan cinco? Y el Señor dijo: —No destruiré la ciudad si llego a encontrar cuarenta y cinco justos.
29 Entonces Abraham volvió a rogar: —¿Qué pasará si sólo encuentras a cuarenta justos? Y el Señor le dijo: —No la destruiré si hay cuarenta justos.
30 Abraham volvió a hablarle al Señor y le dijo: —Señor, por favor no te enfurezcas conmigo si te vuelvo a hablar. Tal vez sólo haya treinta justos. Y el Señor le respondió: —No lo haré si encuentro a treinta justos.
31 Entonces Abraham dijo: —He sido demasiado atrevido al hablarle al Señor, pero ¿qué pasará si sólo hay veinte justos? Y el Señor dijo: —Si hay veinte justos no la destruiré.