9 Luego el SEÑOR le dijo a Caín: —¿Dónde está tu hermano Abel? Caín respondió: —No sé. ¿Acaso es mi deber vigilar a mi hermano?
10 Luego el SEÑOR dijo: —¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano grita desde el suelo pidiendo justicia.
11 Ahora quedarás maldito y expulsado de la tierra que ha bebido la sangre de tu hermano, que tú derramaste.
12 Cuando trabajes la tierra, ya no te dará frutos. Serás un fugitivo y vagarás por el mundo.
13 Caín le dijo al SEÑOR: —Mi castigo es más de lo que puedo soportar.
14 Hoy me has echado de la tierra y voy a tener que ocultarme de tu presencia. Tendré que ser un fugitivo que vaga por el mundo, ¡pero cualquiera que me vea me matará!
15 Entonces el SEÑOR dijo: —No, porque el que mate a Caín será castigado siete veces. El SEÑOR le puso una señal a Caín para que quien lo encontrara no lo fuera a matar.