8 Ellos le respondieron: —Tuvimos unos sueños y no hay nadie que nos los pueda explicar. Y José les dijo: —Sólo Dios puede interpretar los sueños. Cuéntenmelos.
9 Entonces el jefe de los coperos le contó su sueño. Le dijo: —En mi sueño vi una vid.
10 La vid tenía tres ramas. Vi como a las ramas les crecían flores y después se convertían en uvas.
11 Yo tenía la copa del faraón en mis manos, tomé las uvas y exprimí su jugo en la copa. Después le entregué la copa al faraón.
12 Luego José le dijo: —Esta es la interpretación del sueño: Las tres ramas son tres días.
13 En tres días el faraón te va a perdonar. Te va a devolver tu empleo y tú le servirás el vino al rey tal como hacías antes, cuando eras su jefe de coperos.
14 Oye, cuando estés libre, acuérdate de mí, hazme ese favor. Cuéntale al faraón sobre mí para que así yo pueda salir de esta prisión.