16 Manden a uno de ustedes a buscar a su hermano mientras el resto permanece en prisión. De esta manera pondré a prueba sus palabras para saber si me están diciendo la verdad. Si no, ¡juro por la vida del faraón que ustedes son espías!
17 Entonces los encerró en prisión durante tres días.
18 Al tercer día José les dijo: —¡Yo temo a Dios! Hagan esto y les perdonaré la vida.
19 Si ustedes son hombres honestos, entonces uno de sus hermanos se puede quedar aquí en prisión, mientras que el resto le lleva trigo a sus familias.
20 Pero entonces deben traerme a su hermano menor, sólo así sabré que me están diciendo la verdad, y no morirán. Ellos aceptaron.
21 Se dijeron unos a otros: —Estamos pagando lo que le hicimos a nuestro hermano. Vimos que estaba en problemas, nos rogó que le tuviéramos compasión, pero nosotros no lo escuchamos. Es por eso que ahora nosotros estamos en problemas.
22 Entonces Rubén les dijo: —¿Acaso no les dije que no le hiciéramos daño al muchacho? Pero ustedes no me quisieron escuchar y ahora hay que pagar por su sangre.