4 Pero eres incontrolable como el agua. No seguirás siendo el más honorable, por haberte metido en la cama de tu papá. Llevaste vergüenza a mi cama, la cama en la que te metiste.
5 »Simeón y Leví son hermanos, sus espadas son armas de violencia.
6 Mi alma no quiere ser parte de sus planes, ni quiere tomar parte en sus reuniones. Porque en su furia, ellos mataron hombres e hirieron animales por diversión.
7 Que su ira sea una maldición. Es demasiado violenta. Que su furia sea maldita porque es despiadada. Yo los repartiré entre las tribus de Jacob. Los repartiré en Israel.
8 »Judá, tus hermanos te alabarán, derrotarás a tus enemigos. Los hijos de tu papá te alabarán.
9 Judá es como un cachorro de león. Hijo mío, tú te has parado sobre animales que has matado. Se agacha y se acuesta como un león. Y como a un león, ¿quién lo va a molestar?
10 Nadie le va a quitar el poder a Judá, ni el cetro que tiene entre los pies, hasta que llegue el verdadero rey y todas las naciones lo obedezcan.