14 Todo ser humano es torpe y falto de conocimiento. Dios hace que todo orfebre se avergüence del ídolo que fabrica. Es que esas estatuas son un fraude, no hay un espíritu en ellas,
15 no valen nada, son ridículas; les llegará su hora y serán destruidas.
16 Pero Dios no es como esos ídolos, él hizo todo lo que existe. Israel es la familia que él eligió para que fuera su pueblo. Su nombre es el SEÑOR Todopoderoso.
17 Habitante de la ciudad amurallada, levanta tus maletas.
18 Porque esto dice el SEÑOR: «Esta vez, tiraré lejos a los habitantes de este país. Les traeré sufrimiento y dolor, y sus enemigos los descubrirán».
19 ¡Pobre de mí que estoy hecho pedazos! Mi herida es muy dolorosa; y yo que creí que podía aguantarme el dolor.
20 Mi carpa ha sido destruida, todas sus cuerdas están rotas. Mis hijos me abandonaron, no me queda ninguno. No hay nadie que arme mi carpa ni ponga mis cortinas.