9 Ellos usan la plata de Tarsis y el oro de Ufaz para hacer sus estatuas, hechas por artesanos y orfebres; les ponen ropa lujosa, morada y azul. Todos esos ídolos son el producto del trabajo de artesanos.
10 Pero el SEÑOR es el Dios verdadero, el Dios viviente, el Rey eterno. Cuando se enoja, tiembla la tierra; las naciones no pueden hacer frente a su ira.
11 Llévenles este mensaje a las naciones: «Los dioses falsos no crearon el cielo ni la tierra, y desaparecerán del cielo y de la tierra».
12 Dios fue quien con su poder hizo la tierra, con su sabiduría creó el mundo; con su inteligencia extendió los cielos.
13 Cuando él habla, suena una tormenta en el cielo y de todos los rincones de la tierra se levanta neblina. Él es quien envía los rayos con la lluvia y saca el viento de sus bodegas.
14 Todo ser humano es torpe y falto de conocimiento. Dios hace que todo orfebre se avergüence del ídolo que fabrica. Es que esas estatuas son un fraude, no hay un espíritu en ellas,
15 no valen nada, son ridículas; les llegará su hora y serán destruidas.