10 Ellos están repitiendo los pecados que cometieron sus antepasados. Ellos fueron los primeros en negarse a escuchar mis palabras. Siguieron a otros dioses y los adoraron. El pueblo de Israel y el pueblo de Judá rompieron el pacto que yo hice con sus antepasados».
11 Por eso, esto dice el SEÑOR: «Voy a traerles un castigo del que no podrán escapar. Pedirán mi ayuda, pero no los escucharé.
12 Entonces la gente de las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén irán y pedirán ayuda a los dioses a los que les ofrecieron incienso, pero ellos no podrán rescatarlos cuando les llegue la hora del castigo.
13 Judá, tú tienes tantos dioses como ciudades; y los habitantes de Jerusalén han puesto tantos altares como calles para quemar incienso a lo vergonzoso, a Baal.
14 »Pero tú no ruegues por este pueblo, ni eleves súplicas ni oración por ellos, porque no escucharé cuando me pidan ayuda en medio de su sufrimiento.
15 »¿Con qué derecho se aparece mi amada Judá en mi casa después de haber hecho tantas maldades? ¿Quién hace males como estos? No se cancelan tus engaños ni con las fiestas que haces ni honrándome con la carne que consagras en el templo, mientras cometes tus maldades.
16 El SEÑOR te llamaba: “Verde árbol de oliva, con frutos hermosos”. Pero en medio de una fuerte tormenta, él quemará ese árbol y sus ramas arderán.