24 »”Pero si ustedes me escuchan realmente, dice el SEÑOR, y no meten cargas por la puerta de esta ciudad en el día de descanso, si hacen del día de descanso un día sagrado en el que no se trabaje,
25 entonces los reyes entrarán por las puertas de esta ciudad y los príncipes que se sientan en el trono de David entrarán montados en sus carruajes, junto con sus líderes, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén. Y esta ciudad tendrá gente viviendo en ella por siempre.
26 Vendrá gente de las ciudades de Judá, de alrededor de Jerusalén, de la tierra de Benjamín, de la Sefelá y del Néguev. Traerán sacrificios que deben quemarse completamente, otros sacrificios, ofrendas de cereal, incienso y ofrendas de agradecimiento al templo del SEÑOR.
27 Pero si no me hacen caso en cuanto a consagrar el día de descanso, y llevan cargas a Jerusalén ese día, yo encenderé un fuego en las puertas de Jerusalén que quemará todos sus palacios y no podrá ser apagado”».