14 »¿Acaso es Israel un esclavo? ¿Es esclavo de nacimiento? ¿Entonces por qué lo saquean?
15 Los leones rugen a su alrededor, lanzan fuertes rugidos. Han convertido a Israel en un montón de ruinas, han quemado sus ciudades hasta dejarlas deshabitadas.
16 Incluso los de Menfis y Tafnes te humillaron.
17 Todo esto te ha pasado por haber abandonado al SEÑOR tu Dios cuando él te guiaba por el camino.
18 Y ahora, ¿de qué te sirve ir a Egipto a beber agua del Nilo? ¿Por qué quieres ir a Asiria a beber agua del Éufrates?
19 Tu propia maldad recaerá sobre ti y tu rebeldía te dará una lección. Así verás y entenderás lo malo y amargo que es abandonar al SEÑOR tu Dios, y no respetarme como deberías. Es la decisión del Señor DIOS Todopoderoso.
20 »Hace mucho tiempo rompiste tu yugo y te quitaste las cadenas que te ataban a mí. Dijiste que ya no me servirías y como una prostituta te tendiste en cada colina y bajo cada árbol frondoso.