3 Dentro de dos años voy a devolver a este lugar todos los objetos del templo del SEÑOR, los objetos que Nabucodonosor, rey de Babilonia, se llevó de este lugar a su tierra.
4 Voy a regresar también a este lugar a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá y a todos los habitantes de Judá que fueron desterrados a Babilonia, voy a romper el yugo que impuso el rey de Babilonia. Es la decisión del SEÑOR”.
5 Entonces el profeta Jeremías le habló al profeta Jananías ante los sacerdotes y todo el pueblo que estaba en el templo del SEÑOR.
6 El profeta Jeremías dijo: —¡Así sea! Que el SEÑOR haga lo que has dicho. Que el SEÑOR cumpla las palabras que tú has profetizado. Que devuelva a este lugar los utensilios del templo del SEÑOR y a todos los que han sido desterrados a Babilonia.
7 Pero escucha esto que te digo a ti y a todo el pueblo:
8 Todos los profetas que vivieron antes de ti y de mí profetizaron guerra, hambre y enfermedad en contra de muchas naciones y grandes reinos.
9 Pero cuando un profeta profetiza paz, se prueba que es un profeta que de verdad el SEÑOR ha enviado sólo si se cumplen sus palabras.