3 Y tú, Sedequías, no escaparás de su poder, serás capturado y caerás en sus manos. Verás al rey de Babilonia frente a frente, te hablará cara a cara y serás llevado a Babilonia’.
4 Sin embargo, escucha este mensaje del SEÑOR, Sedequías, rey de Judá. Esto dice el SEÑOR acerca de ti: ‘No morirás a filo de espada.
5 Morirás en paz y así como se quemó perfume en honor de tus antepasados, los reyes anteriores a ti, también se quemará perfume en tu honor. La gente se lamentará por ti diciendo: ¡Qué dolor, Señor!’ Porque así lo he decidido”, dice el SEÑOR».
6 Entonces el profeta Jeremías le dijo todo esto a Sedequías, rey de Judá, en Jerusalén.
7 El ejército del rey de Babilonia estaba atacando Jerusalén, Laquis y Azeca, que eran las únicas ciudades fortificadas que aún quedaban en Judá.
8 El SEÑOR le dio mensaje a Jeremías después de que el rey Sedequías hiciera un pacto con todo el pueblo de Jerusalén para dar libertad a los esclavos.
9 El pacto consistía en que los que tuvieran esclavos o esclavas hebreos los dejaran en libertad para que ningún judío tuviera como esclavo a otro judío.