11 Moab ha descansado desde su juventud; ha reposado como vino añejo; no ha pasado de un recipiente a otro, nunca ha ido al exilio. Por eso ha conservado su sabor y no ha perdido su aroma.
12 Pero llegará el día, dice el SEÑOR, cuando enviaré gente para agotar a Moab; vaciarán sus vasijas y quebrarán sus cántaros.
13 »Moab se avergonzará de haber confiado en Quemós, como el pueblo de Israel se avergonzó de haber confiado en Betel.
14 »¿Cómo pueden decir: “Somos guerreros, valientes soldados”?
15 Un destructor se ha levantado contra Moab y sus ciudades; lo mejor de su juventud descenderá al degolladero. Lo dice el Rey, que tiene por nombre el SEÑOR Todopoderoso.
16 El desastre de Moab es inminente, se acerca su desgracia.
17 Lloren por él, todos los que lo rodean, los que conocen su fama. Digan: “¿Cómo se ha quebrado el cetro poderoso, el bastón señorial?”