38 Hay gemidos en todas las terrazas de Moab y en todas las plazas, porque hice pedazos a Moab, como si fuera una vasija que no sirve para nada. Es la decisión del SEÑOR.
39 ¡Cómo quedó de destrozada! ¡Cómo gimen! Moab ha vuelto la espalda avergonzada. Se ha convertido para sus vecinos en objeto de burla y horror».
40 El SEÑOR dice: «El enemigo vuela como un águila con las alas desplegadas sobre Moab.
41 Sus ciudades serán capturadas y sus fortalezas conquistadas. Ese día, el corazón de los guerreros de Moab será como el de una mujer que da a luz.
42 Moab dejará de ser un pueblo, porque se envalentonó contra el SEÑOR.
43 Por eso, vendrán sobre ti, habitante de Moab, el terror, el foso y la trampa, dice el SEÑOR.
44 El que huye del terror caerá en la zanja, y el que salga de la zanja caerá en la trampa. Porque yo hago que le llegue a Moab el momento de su castigo, dice el SEÑOR.