13 Los profetas son sólo viento; Dios no les ha dicho nada. Lo que dicen es lo que les pasará a ellos mismos».
14 Por tanto, esto dice el SEÑOR, el Dios Todopoderoso: «Por haber dicho todo eso, voy a hacer que mis palabras sean como fuego en tu boca, y que este pueblo sea como leña que ese fuego consumirá.
15 Israel, este es mensaje del SEÑOR: “Traeré de lejos una nación fuerte y con una larga historia. Tú no conoces el idioma de esa nación y no entiendes lo que dicen”.
16 Todos ellos son guerreros valientes; la bolsa donde cargan sus flechas es como un sepulcro abierto.
17 Ellos consumirán toda tu cosecha y alimentos; devorarán a tus hijos y a tus hijas. Se comerán tus ovejas y ganado, tus uvas y tus higos. Destruirán a filo de espada tus ciudades amuralladas en las que tanto confías.
18 »Pero ni siquiera en esos días, dice el SEÑOR, te destruiré por completo, Judá.
19 Y cuando te pregunten: “¿Por qué el SEÑOR nuestro Dios nos ha hecho todo esto?”, entonces tú les dirás: “Así como me abandonaron y en su propia tierra se pusieron a servir a dioses extranjeros, así también en la tierra de otros tendrán que servir a gente extranjera”.