32 que los pasos de los ríos han sido ocupados, los baluartes incendiados y que cunde el pánico entre los soldados».
33 Porque el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel, dice: «Babilonia es como una era en el momento de la trilla, lista para ser pisoteada; y ya está por llegarle el tiempo de que la cosechen».
34 «Nabucodonosor, el rey de Babilonia, me devoró y me confundió, dejándome como un plato vacío. Me tragó como lo hace una serpiente, se llenó el estómago con mis delicias, y luego me vomitó.
35 Que caiga sobre Babilonia la violencia que ha cometido conmigo y los míos. Los habitantes de Sion dirán: “Que se derrame mi sangre sobre Babilonia”».
36 Por tanto, esto dice el SEÑOR: «Voy a defender tu causa y te vengaré. Convertiré su mar en un desierto y secaré sus manantiales.
37 Babilonia quedará convertida en un montón de ruinas, en guarida de chacales, en objeto de horror y de burla, deshabitada.
38 »Ellos rugen como leones, y gruñen como cachorros de león.