60 Jeremías había escrito en un rollo todo el sufrimiento que caería sobre Babilonia, o sea todo lo que tenía que ver con ella
61 y Jeremías le dijo a Seraías: «Cuando vayas a Babilonia, asegúrate de leerles en voz alta todo este mensaje
62 y diles: “SEÑOR, tú has dicho que acabarás con este lugar, hasta tal punto que nadie vivirá más aquí, ni seres humanos ni animales, porque para siempre quedará convertido en un desierto”.
63 Y una vez que hayas terminado de leer el rollo, átale una piedra y lánzalo al río Éufrates,
64 entonces dirás: “Así se hundirá Babilonia y nunca más se levantará de la destrucción que haré caer sobre ella”». Aquí terminan las palabras de Jeremías.