17 Esto dice el SEÑOR Todopoderoso: «Fíjense en lo que va a suceder y contraten esas mujeres que lloran en los funerales; llamen a las mejores de ese oficio».
18 Que esas mujeres vengan pronto y lloren por nosotros. Entonces nuestros ojos se llenarán de lágrimas y de nuestros párpados saldrán fuentes de agua.
19 »En Sion se escucha un gran lamento: “Estamos completamente destruidos, llenos de vergüenza; debemos abandonar nuestra tierra porque nuestros hogares quedaron en ruinas”».
20 Mujeres, escuchen el mensaje del SEÑOR; pongan atención a las palabras de su boca: Enséñenles a sus hijas cómo lamentarse, que cada una le enseñe a su vecina este canto fúnebre:
21 «La muerte se metió por nuestras ventanas y entró en nuestros palacios para matar a nuestros hijos en las calles y a los jóvenes en las plazas».
22 Di que esto dice el SEÑOR: «Los cadáveres caerán como estiércol sobre los campos, como granos que caen cuando pasa el segador, y no habrá nadie que los recoja».
23 Esto dice el SEÑOR: «Que el sabio no haga alarde de su sabiduría, ni el fuerte de su fuerza, ni el rico de su riqueza.