13 Recojan la cosecha, porque ya está madura. Vamos, vengan a pisar las uvas, porque el lugar donde se pisan ya está lleno. Las tinas se están derramando de lo grande que es su maldad».
14 Hay muchos pueblos en el valle de la decisión, porque se acerca el día del juicio del SEÑOR.
15 El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas perderán su resplandor.
16 Y el SEÑOR rugirá desde Sion; desde Jerusalén gritará con su voz de trueno y los cielos y la tierra temblarán. Pero el SEÑOR será un refugio para su pueblo y una fortaleza para los hijos de Israel.
17 «Y ustedes sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios, que vivo en Sion, mi monte santo. Jerusalén será una ciudad santa, y los extranjeros nunca más la invadirán.
18 »Ese día, las montañas destilarán vino dulce, y de los cerros fluirá leche. El agua correrá en todas las quebradas y arroyos de Judá. Una fuente saldrá del templo del SEÑOR, que regará el valle de las Acacias.
19 Egipto se convertirá en un baldío y Edom en un desierto desolado porque fueron crueles con los hijos de Judá y en su territorio derramaron sangre inocente.