5 Luego si el pariente que tiene el deber de castigar al homicida lo persigue, no se lo deben entregar a él puesto que el homicida mató a su vecino sin haber sido antes enemigos.
6 Él vivirá en esa ciudad hasta que sea juzgado por la asamblea y hasta la muerte del sumo sacerdote. Luego podrá volver a su propia ciudad y a su casa, de donde tuvo que huir».
7 Entonces eligieron estas ciudades: Cedes en Galilea, en la región montañosa de Neftalí; Siquén en la región montañosa de Efraín y Quiriat Arbá (esto es, Hebrón) en la región montañosa de Judá.
8 Al otro lado del Jordán, al oriente de Jericó, eligieron a Béser en la meseta del desierto, en el territorio de la tribu de Rubén; a Ramot de Galaad en la tribu de Gad y a Golán de Basán, en el territorio de la tribu de Manasés.
9 Esas fueron las ciudades que eligieron para refugio tanto de los israelitas como de los inmigrantes que viven entre ellos. Todo el que mate a otro por accidente puede escapar a allá, y evitar que el pariente que tiene el deber de castigar al asesino lo mate antes de ser juzgado por la asamblea.