9 Jefté respondió: —Si ustedes quieren que yo regrese a Galaad para pelear contra los amonitas, supongamos que el SEÑOR me ayuda a ganar, entonces ¿seré yo su nuevo jefe?
10 Los ancianos líderes le dijeron: —El SEÑOR está escuchando todo lo que decimos, te prometemos que vamos a hacer todo lo que tú digas.
11 Entonces Jefté se fue con los ancianos líderes de Galaad. Jefté se convirtió en el jefe y comandante de Galaad. En Mizpa, Jefté repitió ante el SEÑOR todo lo que antes había dicho a los ancianos.
12 Jefté envió mensajeros al rey de Amón con este mensaje: —¿Cuál es su problema con los israelitas? ¿Por qué han venido a pelear a nuestra tierra?
13 El rey de los amonitas respondió: —Estamos peleando contra los israelitas. Pues, al salir de Egipto, ellos robaron nuestras tierras desde el río Arnón hasta los ríos Jaboc y Jordán. Si quieres, convence a los israelitas de que nos devuelvan nuestras tierras pacíficamente.
14 Los mensajeros regresaron a donde estaba Jefté y llevaron el mensaje. Y Jefté volvió a enviar a los mensajeros a hablar con el rey de los amonitas.
15 Este era el mensaje de Jefté: «Los israelitas no robaron la tierra de los moabitas ni de los amonitas.