10 El papá de Sansón fue a la casa de la mujer filistea, y Sansón ofreció allí una fiesta para mostrar que él era igual que los jóvenes guerreros filisteos.
11 Cuando los filisteos vieron que Sansón estaba haciendo una fiesta, enviaron treinta hombres para que lo acompañaran.
12 Sansón les dijo a los treinta hombres: —Esta fiesta va a durar siete días. Yo les voy a contar una adivinanza, si ustedes pueden resolverla durante el tiempo que dure la fiesta entonces les daré treinta capas de lino y treinta mudas de ropa.
13 Pero si no encuentran la respuesta, entonces ustedes me darán a mí treinta capas de lino y treinta mudas de ropa. Los hombres le dijeron: —Dinos de una vez la adivinanza, queremos escucharla.
14 Sansón dijo: —Del que comía salió comida, y del que era fuerte salió dulzura. Los treinta hombres trataron de encontrar la respuesta después de tres días, pero no lograran adivinar.
15 Al cuarto día, los hombres le dijeron a la esposa de Sansón: —¿Acaso nos invitaste aquí para convertirnos en pobretones? Ayúdanos a engañar a tu esposo para que nos diga la respuesta de la adivinanza. Si no lo haces quemaremos la casa de tu papá y te quemaremos a ti.
16 La mujer se acercó a su esposo y llorando le dijo: —Tú no me quieres, me odias. Le dijiste una adivinanza a mi pueblo y no me has dicho la respuesta. Sansón dijo: —No les he dicho la respuesta ni a mi papá ni a mi mamá, entonces tampoco te la tengo que decir a ti.