5 Los dirigentes de los filisteos le dijeron a la mujer: —Engaña a ese hombre para que te cuente el secreto de su gran fuerza. Averigua cómo podemos vencerlo para amarrarlo y torturarlo. Si nos ayudas, cada uno de nosotros te dará mil cien monedas de plata.
6 Dalila le dijo a Sansón: —Por favor cuéntame cuál es el secreto de tu gran fuerza, dime cómo alguien puede derrotarte, amarrarte y torturarte.
7 Sansón respondió: —Si alguien me amarra con siete cuerdas de arco que todavía no estén secas perderé mi fuerza y seré como un hombre común y corriente.
8 Entonces los dirigentes de los filisteos le dieron a Dalila las siete cuerdas de arco que no estaban secas. Dalila amarró a Sansón con las cuerdas
9 mientras unos hombres estaban escondidos en la habitación de al lado. Dalila le dijo: —¡Sansón, te atacan los filisteos! Entonces Sansón rompió las cuerdas como si se hubieran derretido por el fuego. Los filisteos no supieron el secreto de la fuerza de Sansón.
10 Entonces Dalila le dijo a Sansón: —¡Me mentiste! Te burlaste de mí. Ahora dime la verdad, ¿cómo puede alguien amarrarte y derrotarte?
11 Sansón respondió: —Si me amarraran con cuerdas nuevas que no se hayan usado antes perderé mi fuerza y seré como un hombre común y corriente.