31 Una vez más, los hombres de Benjamín salieron de Guibeá para pelear contra Israel. Los israelitas dejaron que los de Benjamín los persiguieran y salieran de la ciudad. Igual que las veces anteriores, los soldados de Benjamín empezaron a matar a muchos soldados de Israel. Mataron a treinta hombres en el campo y por los caminos hacia Betel y hacia Guibeá.
32 Los hombres de Benjamín creyeron que estaban ganando igual que antes, pero no era así. Los hombres de Israel salieron huyendo para que los enemigos creyeran que estaban ganando, pero en realidad los israelitas estaban haciéndolos salir de la ciudad e ir hacia los caminos.
33 Los israelitas que estaban escondidos salieron de sus escondites y se alistaron para combatir en Baal Tamar. Los que estaban escondidos al occidente de Guibeá salieron y atacaron la ciudad.
34 Los mejores diez mil soldados de Israel atacaron la ciudad de Guibeá. La batalla fue muy dura y los hombres de Benjamín no sabían que estaban a punto de perder.
35 El SEÑOR ayudó al ejército de Israel a derrotar a los hombres de Benjamín. Ese día, el ejército de Israel mató veinticinco mil cien soldados de Benjamín.
36 Los hombres de Benjamín entendieron entonces que habían perdido porque los israelitas sólo les habían cedido terreno porque confiaban en los hombres que se habían escondido para atacar a Guibeá.
37 Los hombres que estaban escondidos entraron en la ciudad de Guibeá, invadieron la ciudad y mataron a espada a todos los que estaban allí.