18 En cambio, los hombres de Zabulón y Neftalí arriesgaron su vida combatiendo en esas montañas.
19 »Los reyes de Canaán vinieron a pelear pero no se llevaron ningún tesoro a casa. Ellos combatieron en la ciudad de Tanac, cerca del río Meguido.
20 Las estrellas combatieron desde el cielo, desde sus recorridos a lo largo del cielo, combatieron contra Sísara.
21 El río Quisón, ese río antiguo, acabó con el ejército de Sísara. ¡Alma mía, marcha con resistencia!
22 Sus caballos se hundieron y los caballos bravos de Sísara no podían salir del barro.
23 El ángel del SEÑOR dijo: “¡Que caiga una fuerte maldición sobre Meroz y sobre sus habitantes por no venir a ayudar al SEÑOR, a ayudar al SEÑOR con los soldados!”
24 »Que Jael la esposa de Héber, el quenita, sea bendita más que todas las mujeres.