26 Con la mano izquierda Jael trajo la estaca y con la derecha el martillo. Golpeó a Sísara en la cabeza y con la estaca le atravesó las sienes.
27 Sísara se derrumbó a los pies de Jael, y se cayó. Allí donde cayó, a los pies de Jael, allí quedó muerto.
28 »La mamá de Sísara mira por la ventana, mira llorando a través de la cortina. “¿Por qué demora tanto el carro de Sísara? ¿Por qué no escucho sus carros?”
29 »Su sierva más sabia le respondió tratando de convencerla:
30 “Seguro ganaron la guerra y están tomando el botín. ¡Deben estar repartiendo lo que ganaron! Cada soldado estará tomando una o dos muchachas. Tal vez Sísara encontró una tela de colores, o tal vez dos. Telas bordadas para el cuello del vencedor”.
31 »¡Que todos sus enemigos mueran así, SEÑOR! ¡Y que toda la gente que te ama sea tan fuerte como el sol del amanecer!» Y hubo paz en esa tierra durante cuarenta años.