1 Abimélec, hijo de Yerubaal, fue a Siquén, a casa de sus tíos maternos, y les dijo a ellos y a toda la familia de su mamá:
2 «Pregúntenles a los líderes de la ciudad de Siquén si es mejor para ustedes que todos los setenta hijos de Gedeón sean sus gobernantes, o si es mejor que uno solo de los hijos sea el gobernante. Recuerden que yo soy parte de su familia».
3 Los tíos de Abimélec hablaron con los líderes de Siquén y les hicieron la pregunta. Los líderes decidieron apoyar a Abimélec y dijeron: «Después de todo, él es nuestro hermano».
4 Así que los líderes de Siquén le dieron a Abimélec setenta trozos de plata que sacaron del templo de Baal Berit. Abimélec utilizó la plata para contratar a unos hombres detestables que lo seguían a todas partes.
5 Abimélec fue a Ofra, a la casa de su papá, y mató al mismo tiempo a todos sus hermanos, los setenta hijos de Yerubaal. Solamente Jotán, el hijo menor, pudo esconderse y salvarse.