37 Nadie puede hacer que algo suceda a menos que el Señor así lo ordene.
38 Las cosas buenas y las desagradables llegan porque el Altísimo lo ordena.
39 Nadie debe quejarse del castigo que recibe por sus pecados mientras esté con vida.
40 Examinemos y evaluemos nuestra conducta y regresemos al SEÑOR.
41 Elevemos nuestro corazón y nuestras manos hacia Dios en el cielo.
42 Fuimos rebeldes y desobedientes y por eso no nos has perdonado.
43 Te vestiste con tu ira y nos perseguiste. Nos mataste sin piedad.